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soloJazz

Los dedos en la nariz

:CREADO: [2007-11-10 21:00] :ACTUALIZADO: [2007-11-13 11:14]

A principios de los veintes empecé a hacer pruebas en la cocina. Generalmente salsas para acompañar alguna carne o pescado.

Eran experimentos bastante desastrosos, y el jurado (la familia) se los tragaba. "Está bueno, bien suave" significaba que no tenía gusto a nada, y que por lo menos no era muy asqueroso.

Lo peor de esa época era usar ajo. No podía soportar el olor a ajo que quedaba en los dedos por el resto del día. Repugnante. No se iba con nada, y estaba condenado a convivir por un día con ese tufo a menos de un metro de la nariz.

Una vez estuve a punto de cortarme las manos, pero me di cuenta de que si me cortaba una, no iba a tener mano para cortarme la otra, y el problema quedaría resuelto a medias.

Varios años después, el olor a ajo en los dedos se transformó en un placer mayor.

Los dedos y las manos son ahora un viaje fantástico: ajo, romero, ailette, levadura, destellos de capsaicina, aceite de oliva, sésamo, harina. Un paisaje cambiante a lo largo del día, que va alternando tonalidades hasta el anochecer.

Los dedos son un mundo para la nariz.

[Claro que el título sugiere lo contrario, y que sin dudas para muchos así lo es. Especialmente para los conductores cercanos que esperan con ansiedad la luz verde mientras exploran sus cavidades.]